Ergobaby Funda para Almohada de lactancia - Natural Curve: Gris

Suave y agradable para la piel del bebé.

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  • El tejido de felpa de primera calidad es suave y delicado para la piel del bebé
  • Correa de sujeción para evitar que la almohada se resbale
  • Apertura y cierre sencillos con cremallera
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Recursos adicionales para ayudarte a alcanzar tus objetivos de lactancia.

Más apoyo para madres:

¡No dudes en pedir ayuda desde el primer día, si no antes! Con frecuencia puede resultar de mucha ayuda acudir a una o dos sesiones con una asesora de lactancia que nos proporcione las indicaciones necesarias para lograr establecer correctamente la lactancia.

  1. Habla de lactancia con tu pediatra antes incluso de dar a luz. Pídele una lista de los recursos disponibles en tu zona.
  2. Reúnete con una asesora de lactancia que te recomienden en el hospital, en tu clínica de maternidad o en tu pediatra.
  3. Ponte en contacto con el grupo de La Liga de la Leche de tu zona.
  4. Visita un centro de lactancia en el que haya especialistas que puedan proporcionarte recursos y ayuda.

Recomendaciones sobre lactancia materna de la OMS:

La Organización Mundial de la Salud recomienda a las madres de todo el mundo la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé para lograr una salud, un crecimiento y un desarrollo óptimos. A partir de los seis meses, se deben ir introduciendo alimentos complementarios y continuar con la lactancia materna hasta los dos años o más.

http://www.euro.who.int/en/health-topics/disease-prevention/nutrition/activities/technical-support-to-member-states/infant-and-young-child-feeding/exclusive-breastfeeding-for-six-months-best-for-babies-everywhere

La Liga de la Leche Internacional:

La Liga de la Leche es un magnífico recurso si buscas apoyo de madre a madre. Su objetivo es ayudar a las madres de todo el mundo a amamantar a sus bebés mediante el apoyo, el ánimo, la información y la educación de madre a madre. Además, contribuye a mejorar el conocimiento de la lactancia como elemento importante en el desarrollo sano tanto del bebé como de la madre.

Visita su sitio web para encontrar un grupo en tu zona: https://llli.org/

Preguntas y respuestas sobre lactancia materna:

Por Tanya Altmann, Doctora en Medicina, FAAP

Muchas madres deciden durante el embarazo que darán de mamar a su bebé. En cambio, otras no toman esa decisión hasta que no tienen encima a su pequeño, en contacto piel con piel, y el precioso bebé empieza a succionar con su adorable boquita. Si optas por la lactancia materna, debes saber que esto supondrá una increíble diferencia tanto en la vida del bebé como en la tuya propia.

Estas son las preguntas y respuestas más frecuentes sobre lactancia materna que me hacen los padres primerizos:

¿Por qué debería dar el pecho a mi bebé?

¡La leche materna es la mejor! La leche materna proporciona inmunidad contra bacterias y virus, es fácil de digerir para el bebé, es más barata que la leche de fórmula y no requiere ningún tiempo de preparación. Los beneficios están totalmente documentados. Los estudios demuestran que los bebés que toman leche materna tienen menos infecciones de oído, respiratorias e intestinales. También tienen menos riesgo de padecer muchas enfermedades infantiles, como asma, diabetes y obesidad. La lactancia materna beneficia también a las madres, ya que reduce el riesgo de cáncer y les ayuda a recuperar la forma física que tenían antes del embarazo. ¡Dar de mamar quema entre 300 y 500 calorías al día, el equivalente a correr 5 km!

¿Será incómodo o difícil?

Aunque la lactancia es algo natural, la mayoría de los bebés no nacen siendo expertos. Tal vez te hagan falta varios días, o incluso semanas, para lograr establecer bien la lactancia. Debes tener paciencia, ya que es algo que merece la pena tanto para la salud del bebé como para la tuya propia. Te vendrá bien pensar que cada día será todo un poco más fácil.

Al principio, se puede sentir cierta molestia cuando el bebé se engancha. Sin embargo, si el dolor persiste, es que la lactancia no es correcta. Cuenta hasta 10 y, si la molestia persiste, quita al bebé y vuelve a engancharlo de manera que cubra con la boca la mayor parte de areola (la zona marrón que rodea el pezón) posible. Si la molestia se produce durante una toma, tal vez te ayude cambiar de pecho. Un enganche incorrecto y una succión vigorosa o prolongada pueden resultar incómodos para ciertas madres, además de provocar grietas dolorosas en los pezones. Si sientes quemazón o dolor punzante más adelante durante la lactancia, debes acudir al médico porque puede que tengas una infección que sea necesario tratar.

¿Dónde puedo encontrar ayuda si la necesito?

No dudes en pedir ayuda desde el primer día, si no antes. Con frecuencia puede resultar de mucha ayuda acudir a una o dos sesiones con una asesora de lactancia que nos proporcione las indicaciones necesarias para lograr establecer correctamente la lactancia. Habla con tu pediatra sobre lactancia materna antes incluso de dar a luz y pídele una lista de los recursos disponibles en tu zona. Muchos hospitales disponen de asesoras de lactancia y hay muchas enfermeras de pediatría y posparto que también tienen formación para ayudar con la lactancia. Dependiendo de dónde vivas, tal vez encuentres una consultora de lactancia disponible o bien puedes ponerte en contacto con el grupo de La Liga de la Leche. Además, hay muchos grupos de apoyo de madres, centros de lactancia y tiendas que cuentan con especialistas que pueden proporcionarte recursos y ayuda sobre lactancia.

¿Durante cuánto tiempo debería dar el pecho?

La lactancia materna es la forma óptima de nutrición durante todo el primer año de vida (o más). La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, American Academy of Pediatrics) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida para luego ir introduciendo gradualmente alimentos sólidos a la vez que se continúa con la lactancia hasta al menos el año de edad. A partir del año, se puede continuar con la lactancia si el bebé y la mamá así lo desean.

La duración y la frecuencia de las tomas dependen realmente de ti y de tu bebé. Inicialmente, tal vez parezca que el bebé se pasa el día mamando y puede llegar a estar 30 minutos en cada pecho. A medida que aumente tu producción de leche y que el bebé vaya adquiriendo experiencia, la mayor parte de la leche saldrá en los primeros 5-10 minutos, así que bastará con que el bebé esté unos 20 minutos en cada pecho. No eres un chupete, y una succión prolongada puede hacer que se te resequen los pezones y provocarte heridas. Deja que los pezones se sequen al aire después de dar de mamar al bebé o ducharte. Utiliza un sujetador de algodón y una camiseta que no sea ajustada. ¡Continúa con la lactancia!

¿Cómo puedo saber que mi bebé tiene hambre?

¿Con qué frecuencia debería dar el pecho? Durante las dos primeras semanas de vida, los bebés alimentados con lactancia materna deben mamar entre 8 y 12 veces al día, durante unos 10-20 minutos en cada pecho. No esperes a que tu bebé llore o se enfade para amamantarlo. En realidad, el llanto es un signo de hambre tardío y tal vez te resulte más difícil alimentar al bebé si ambos sentís frustración. Busca signos más sutiles y tempranos, como despertarse, meterse el puño en la boca, girar la cabeza si se le toca la mejilla o hacer movimientos de succión con la boca. Durante los primeros días, lo mejor es amamantar al bebé cada 2 o 3 horas, incluso en el caso de que haya que despertarlo.

¿Cómo puedo saber si mi bebé toma suficiente leche?

Para saber si tu bebé toma suficiente leche, echa un vistazo (literalmente) a lo que sale. Los dos primeros días, puede que tu bebé solo moje y ensucie un par de pañales. En los días siguientes, debería mojar tres pañales y ensuciar otros tres. En las semanas posteriores, tu bebé debería mojar al menos 6 pañales al día y ensuciar 3 (aunque con frecuencia manchará el pañal después de cada toma). Si tu bebé moja o ensucia menos pañales, acude a tu pediatra. No olvides que muchas veces un pañal contiene tanto orina como heces mezcladas.

¿Cómo puedo tener más leche?

  • Bebe mucho líquido (ten a mano siempre una botella de agua cuando des de mamar).
  • Mantén una dieta equilibrada con gran cantidad de carbohidratos integrales (unas 500 calorías más de lo que comías antes del embarazo… ¡qué rico!).
  • Amamanta al bebé regularmente.
  • Sácate leche (después de la primera toma de la mañana y antes de irte a la cama, aunque acabes de dar de mamar).
  • Duerme lo suficiente (o todo lo posible).

Aunque no existen evidencias médicas suficientes para apoyar el uso de cápsulas de fenogreco, té con leche materna o cebada para aumentar la producción de leche, hay muchas madres que aseguran que les funciona. He descubierto una marca de galletas de leche materna (hechas con ingredientes que generan un aumento de la producción de leche, no fabricadas con leche materna) que me gusta tomar a diario.

Antes de usar cualquier medicamento o suplemento de hierbas, pregunta siempre a tu pediatra para asegurarte de que es seguro tanto para ti como para tu bebé.

¿Cómo puedo saber si el bebé está ganando suficiente peso?

Durante los primeros días de vida, los bebés suelen perder hasta el 10 % del peso al nacer. Luego empiezan a ganar peso y en un plazo de dos semanas deberían haber recuperado el peso que tuvieron al nacer. El pediatra verá con frecuencia al bebé en las primeras semanas después del nacimiento para asegurarse de que va ganando el peso necesario. A partir de ese momento, los bebés suelen ganar entre 14 y 28 g al día. A los seis meses, la mayoría de los bebés ha duplicado el peso que tenían al nacer y, para su primer cumpleaños, lo habrán triplicado.

Una vez que el bebé haya recuperado el peso que tuvo al nacer y se esté alimentando y creciendo bien, suelo dar permiso a los padres para que no le despierten por la noche. Ni que decir tiene que al principio el bebé se despertará cada 2-4 horas para comer, pero con el tiempo la mayoría de los bebés empiezan a espaciar las tomas nocturnas. Durante el día, lo mejor es despertar al bebé cuando hayan pasado 3 o 4 horas desde la última toma, ya que es mejor que el bebé empiece a espaciar las tomas a cada 4-5 horas por la noche y no durante el día. Objetivo: ¡Amamanta a tu bebé más durante el día y duerme más por la noche!

¿Cómo puedo saber si las regurgitaciones de mi bebé son normales o preocupantes?

Todos los bebés regurgitan, a veces después de cada toma. Suele deberse a dos causas: sobrealimentación y reflujo. El reflujo se produce porque la válvula de la boca del estómago es aún demasiado débil o no está entrenada. Esto permite que la comida salga fácilmente por la boca. La válvula irá cogiendo fuerza a medida que el bebé crezca y el problema de reflujo se suele resolver en torno al año de vida. Siempre y cuando tu bebé gane peso y las regurgitaciones no le molesten, no se suele tratar médicamente. Lo que puede ayudar es hacer tomas más cortas y frecuentes y colocar al bebé en posición vertical durante 15-20 minutos después de cada toma. Acude a tu pediatra si ves sangre en una regurgitación, si ésta presenta un color verdoso, si aumenta la frecuencia y la intensidad de las regurgitaciones, si el alimento sale a modo de proyectil o a la fuerza, o si la barriga del bebé está hinchada o dura.

Mi bebé está amarillo. Mi madre dice que es ictericia. ¿Qué significa?

Tu madre tiene razón. La ictericia se produce cuando los bebés tienen un extra de bilirrubina en su sistema. La bilirrubina se produce por un fallo de los glóbulos rojos. Con frecuencia es algo normal en los recién nacidos. Cuanto más se alimente y más deposiciones haga tu bebé, más bilirrubina eliminará y la piel irá perdiendo el color amarillo. Si crees que tu bebé está amarillo, díselo al pediatra para que compruebe su nivel de bilirrubina (mediante un sencillo análisis de sangre). Dependiendo de los resultados, tu pediatra te recomendará un tratamiento o no.

¿De qué color deben ser las deposiciones?

Aunque lo normal es que pensemos que las deposiciones deben ser marrones, los bebés hacen deposiciones con una amplia variedad de colores. Durante las 24 primeras horas de vida, las deposiciones son espesas, pegajosas y de color marrón oscuro o negro (meconio). Tras los primeros días de vida, las deposiciones de los bebés que se alimentan con lactancia materna empiezan a tener un color más claro, pasando de negro a marrón, verde o amarillo, y cambian de consistencia pasando de ser pegajosas a tener la consistencia del queso fundido o más líquidas. Si las deposiciones son negras una vez transcurridos los primeros días de vida o aprecias un tono rojo, blanco o gris claro en las deposiciones, díselo a tu pediatra.