Llevar al bebé influye en su desarrollo psicológico de múltiples formas. En primer lugar, la proximidad corporal aporta al niño calor así como, sonidos y movimientos familiares que le tranquilizan. Cuando las necesidades de proximidad están satisfechas el niño se muestra tranquilo. Él puede así dedicar su energía no en su propia protección y supervivencia (lo que produce la secreción de hormonas del estrés), sino en su desarrollo y en el progresivo descubrimiento de su entorno mientras se encuentra acunado en un entorno protector. La proximidad aporta al niño el contacto corporal y el afecto que necesita. Es sobre todo en los primeros momentos posteriores al nacimiento cuando el contacto cuerpo a cuerpo es determinante.
En primer lugar, los niños necesitan del contacto físico: estar unido a su madre para aprender a alejarse de ella más adelante. El hecho de darle todo el cariño le ayuda a convertirse en un ser tranquilo y seguro, que más tarde será independiente. Un bebé tranquilo llora menos y se duerme más fácilmente. También, el haber estado nueve meses en el vientre materno hace que el niño quiera recuperar este suave movimiento de balanceo. El bebé es un ser que desea ser transportado, como lo demuestran los reflejos de agarre y de flexión, presentes desde el nacimiento. El contacto físico aporta al niño un sentimiento de bienestar.
En segundo lugar, el diálogo con los padres y las habilidades sociales que gracias a este desarrollará, son elementos clave en el desarrollo psicológico y en su bienestar futuro. Los padres son susceptibles de hablar más a un niño que llevan a su altura que a un niño en un carrito, por ejemplo. Este mayor diálogo favorece el desarrollo del lenguaje y puede beneficiar especialmente a los niños con problemas de elocución.
Esta proximidad va a contribuir también a la mejora de la vida racional y emocional del niño. A través de las caricias de sus padres, el niño comprenderá que es digno de ser amado y que siempre habrá gente cercana dispuesta a ayudar y a recibir ayuda cuando sea necesario.
Autora: Présence Bouvier (Managing Editor)
